En épocas de excesivo frío o excesivo calor nos exponemos a condiciones ambientales que nuestro cuerpo no puede aguantar, pudiendo desencadenar en problemas para nuestra salud, tanto emocionales como físicos. 

Este impacto excesivo de temperatura también se da en el trabajo y se conoce como estrés térmico laboral.

Qué es el estrés
térmico en el trabajo

Se conoce como estrés térmico al estado de malestar que se produce en el cuerpo humano por desajustes en la temperatura, bien sea por acumulación o pérdida excesiva de calor.

La principal causa del estrés térmico es la existencia de ambientes de trabajo desfavorables, es decir, cuando el ambiente no es confortable para los trabajadores. En estos casos, el cuerpo humano no puede mantener su temperatura interior óptima.

Qué tipos de estrés
térmico existen

El más conocido es el estrés térmico por calor, sin embargo también existe el estrés térmico por frío.

Estrés térmico por calor

Se produce cuando el ambiente es caluroso y/o se realizan actividades extremas, aumentando la temperatura del cuerpo. En situaciones normales los mecanismos con los que contamos se ponen en marcha para reducir la elevada temperatura. Sin embargo, cuando las condiciones son tan extremas nuestro cuerpo no es capaz de compensar la temperatura, produciéndose así el denominado estrés térmico por calor. 

Estrés térmico por frío

El estrés térmico por frío es aquel que se produce como consecuencia de una exposición laboral a ambientes de trabajo fríos. Dicha exposición puede producir síntomas desde leves, como el enfriamiento, hasta problemas más graves como hipotermia fisiológica.

Asimismo, el estrés por frío puede clasificarse en:

  • Estrés por enfriamiento general.
  • Estrés por enfriamiento local de extremidades, causado por el efecto del viento, por contacto con superficies frías o del tracto respiratorio.

Cómo prevenir el
estrés por frío

Para prevenir el estrés laboral es necesario evaluar la exposición al frío de los trabajadores y poner en práctica las medidas preventivas necesarias para no incurrir en prácticas laborales poco seguras.

Algunas de las medidas que podrían considerarse preventivas ante el estrés térmico son:

  • Proteger las extremidades de los trabajadores: es una forma de evitar el enfriamiento localizado.
  • Seleccionar la vestimenta adecuada: aquella que facilita la evaporación de sudor evitando que pueda enfriarse y enfriarnos así a nosotros.
  • Ingerir líquidos calientes: ayuda a recuperar pérdidas de energía calorífica.
  • Utilizar ropa cortaviento: reduce el efecto de la velocidad del aire.
  • Realizar reconocimientos médicos previos: una medida adecuada para detectar disfunciones circulatorias, problemas dérmicos, etc.
  • Sustituir la ropa humedecida: evita la congelación del agua y la consiguiente pérdida de energía calorífica.
  • Utilizar pantallas cortaviento en exteriores.

A veces resulta muy difícil controlar las temperaturas de frío o calor extremo. Por ello, es importante utilizar siempre ropa adecuada para la realización de nuestro trabajo con temperaturas adversas.

En Impotusa tenemos todo tipo de artículos para la protección de los trabajadores y de esta manera prevenir los posibles riesgos contra su salud. Contacta con nosotros y te asesoraremos en todo lo que necesites.

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