Las mascarillas FFP2 y FFP3 se utilizan en situaciones en las que se requiere una protección respiratoria más alta que la que ofrecen las mascarillas quirúrgicas o de tela. Estas mascarillas están diseñadas para proteger al usuario de la inhalación de partículas finas y aerosoles, como los que se producen en entornos de trabajo peligrosos.
Se utilizan comúnmente en la construcción, la minería y la fabricación. También se utilizan en entornos de laboratorio y en la industria química, donde los trabajadores pueden estar expuestos a gases tóxicos y vapores químicos.
La diferencia entre ambos reside en su capacidad de filtración. Las mascarillas FFP2 pueden filtrar al menos el 94% de las partículas en el aire, mientras que las mascarillas FFP3 pueden filtrar al menos el 99% de las partículas en el aire.