Las mascarillas de trabajo son equipos de protección personal que se utilizan para proteger a los trabajadores de los peligros ambientales que pueden afectar su salud, como gases tóxicos, partículas suspendidas en el aire, vapores y aerosoles. Son uno de los elementos de mayor importancia existentes en el terreno laboral y su uso se hace imprescindible en varios ámbitos y trabajos. 

Tal y como hemos comentado, las mascarillas son dispositivos que se utilizan habitualmente en el día a día de muchas jornadas de trabajo. Sin embargo, no existe un único tipo de mascarilla para todo tipo de profesionales. En función del tipo de trabajo que cada operario desarrolle deberá de utilizar un tipo de mascarilla encargada de protegerle de los peligros ante los que se encuentra.

En el artículo de hoy vamos a hablar sobre los tipos de mascarillas de trabajo que existen y trataremos de entender cuándo es importante utilizar cada una de ellas.

Tipos de mascarillas de trabajo

Media mascarilla o semimascarilla

Es una alternativa a las mascarillas convencionales. A diferencia de las mascarillas clásicas, este tipo de mascarillas cubren únicamente la nariz y la boca, pero no la barbilla. A menudo están hechas de materiales como tela, neopreno o poliéster y son más ligeras y cómodas de llevar que las mascarillas que cubren toda la cara. 

Las semimascarillas ofrecen una menor protección que las mascarillas comunes, pero esto no quiere decir que no sean efectivas. Como sabemos, es importante saber cuándo y dónde utilizarlas para hacerlo con eficiencia. Suelen utilizarse en la industria alimentaria, la construcción o la industria manufacturera principalmente.

Mascarillas de polvo

Las mascarillas de polvo son las más comunes y están diseñadas para filtrar las partículas en el aire. Estas mascarillas son adecuadas para trabajos en los que se generan partículas finas como trabajos de construcción y demolición. Se pueden utilizar durante un turno de trabajo de ocho horas.

No todas las mascarillas de polvo ofrecen la misma protección. Es importante seleccionar la modalidad adecuada teniendo en cuenta el nivel de contaminación que hay en el ambiente y el nivel de protección requerido en cada momento. Son útiles también en ambientes cotidianos en los que podemos encontrar alérgenos presentes, pero en este artículo nos centraremos en el ámbito laboral. 

Mascarillas de filtro químico

Las mascarillas de filtro químico se utilizan para proteger al usuario de gases y vapores químicos. Estas mascarillas contienen un filtro que absorbe los gases y vapores químicos y son adecuadas para trabajos en los que se manejan productos químicos peligrosos. La duración de uso recomendada para estas mascarillas depende del tipo de filtro utilizado y el nivel de exposición, pero generalmente se recomienda cambiar el filtro después de cada turno de trabajo. Los sectores de trabajo en los que se utilizan habitualmente estos tipos de mascarillas son la agricultura, laboratorios, la industria química, limpieza industrial

A menudo existen mascarillas de este tipo que se fabrican adaptadas a la resistencia a una sustancia química en concreto. Algunos filtros son adecuados para proteger contra gases tóxicos como el monóxido de carbono o el dióxido de azufre, mientras que otros están diseñados para proteger contra vapores de productos químicos como disolventes, ácidos o pesticidas.

Mascarillas quirúrjicas

Este tipo de mascarillas es más que conocido por todos nosotros. Su uso se hizo obligatorio durante la pandemia del coronavirus, pero en la actualidad sigue siendo de gran utilidad en la vida diaria de muchos trabajadores. Están hechas de material de filtración de tres capas y suelen ser desechables. Aunque ofrecen cierta protección contra la inhalación de partículas, no están diseñadas para proteger al usuario de contaminantes químicos o gases.

Habitualmente se utilizan en la atención médica para proteger al paciente y al personal médico de la transmisión de enfermedades. Se pueden utilizar en otros entornos, como en la industria alimentaria y en la fabricación de dispositivos médicos, para evitar la contaminación del producto.

Mascarillas FFP2 FFP3

Las mascarillas FFP2 y FFP3 se utilizan en situaciones en las que se requiere una protección respiratoria más alta que la que ofrecen las mascarillas quirúrgicas o de tela. Estas mascarillas están diseñadas para proteger al usuario de la inhalación de partículas finas y aerosoles, como los que se producen en entornos de trabajo peligrosos.

Se utilizan comúnmente en la construcción, la minería y la fabricación. También se utilizan en entornos de laboratorio y en la industria química, donde los trabajadores pueden estar expuestos a gases tóxicos y vapores químicos.

La diferencia entre ambos reside en su capacidad de filtración. Las mascarillas FFP2 pueden filtrar al menos el 94% de las partículas en el aire, mientras que las mascarillas FFP3 pueden filtrar al menos el 99% de las partículas en el aire.

Máscaras

Las máscaras ofrecen una protección de mayor nivel que el resto de opciones. Esto es así dado que esta tipología ofrece también protección en los ojos y el rostro completo. Suelen utilizarse principalmente en el sector minero y agrícola pero también se usa en otros trabajos y ámbitos en los que existe algún tipo de riesgo por agresión por partículas (industria química y alimentaria, construcción, laboratorios…)

Existen muchos tipos de máscaras: de partículas, de gas, de suministro de aire, de escape… Como siempre, todo dependerá del tipo de labor que estás desempeñando y las circunstancias a la que te expones en la misma. Por lo tanto, es de vital importancia conocer las características de cada una de ellas a la hora de escoger una u otra. 

En Impotusa encontrarás todo tipo de mascarillas de una calidad y efectividad inigualable. Contacta con nosotros, te ayudamos y asesoramos para que escojas la que más se adapte a tus necesidades.

Síguenos en Facebook